Aire de Pirineos

Hace muy poquito de Semana Santa, pero parece que hubieran pasado siglos ya, ¿verdad?

Por maravillosos motivos familiares, pasé parte de estos días festivos en Calahorra, que es donde viven mis hermanas, y donde nació hace apenas 15 días mi segunda y preciosa sobrinita.

Pero justo antes, me pude escapar un par de días a una localidad cerquita de Jaca:

Santa Cruz de La Serós

Es uno de esos pueblos de 30 casas, (contadas), que parecen de cuento, con unas vistas fuera de lo común, y una paz que no te lo puedes creer.

Llegamos allí improvisando, sobre la marcha, nuestra intención era subir a esquiar al pirineo aragonés, pero había demasiada gente, demasiada lluvia, y mala nieve, así que en vez de dirigirnos a Candanchú o Astún, decidirnos quedarnos un poco antes, y encontramos esta joyita escondida.

El pueblo es pequeñito, se ve en media hora, pero precioso, empedrado, las casonas con la típica piedra del pirineo, rodeado de montes verdes, silencio, olor a leña.
Si queréis saber un poco más de su interesante historia, os dejo este enlace aquí

Hay varios alojamientos rurales, nosotros encontramos una oferta de última hora en El Mirador de Santa Cruz.
Es un Hotel Rural, pero con un extra, como con mucha atención al detalle. Es una casa de unas 6 habitaciones, con una mini recepción, que aunque no es 24h, cualquier cosa que necesites les llamas y vienen. Tiene además un pequeño comedor donde sirven un buen desayuno, y en la parte de abajo, tiene una sauna con jacuzzi, y un jardín con piscina. Con el tiempo que ha hecho, obviamente la piscina estaba cerrada, pero después de una caminata en un día de lluvia, llegar y meterse al jacuzzi, ¡no tiene precio! Además, viendo la montaña desde allí.

Os dejo unas fotos a ver si os gustan, del exterior, del interior, de las vistas...

Otros alojamientos son La Casa d'Ojalatero y la Hostelería Santa Cruz

Comer o cenar 
Hay creo que tres sitios, nosotros fuimos al O'Fogaril, (justo al lado del parking), donde Maud y Javier, preparan unos platos buenísimos, la mayoría muy consistentes como Migas o cocidos, pero que también son especialistas en cosas a la parrilla, como entrecot, o conejo a la brasa. Los postres caseros de Maud, impresionantes. El local por dentro es muy básico, no tiene nada especial, pero se cena muy a gusto y muy bien de precio.

VISITAS POR LOS ALREDEDORES
La mayoría de la gente que se aloja en estos pueblos, va, o bien a esquiar, o a hacer monte. Hay unas rutas buenísimas por los alrededores, con unos paisajes alucinantes. Como en todas partes, aquí también llovió lo que no está escrito, así que ni lo uno ni lo otro, pero aún así hay muchas cosas para ver.

Paisaje protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel
En pleno pirineo aragonés, se sube desde el pueblo. Es un espacio natural enorme con una biodiversidad impresionante. Lo que más me gustó con diferencia es el Monasterio Viejo de San Juan de la Peña, es una auténtica joya románica, que os recomiendo.
Subiendo hasta arriba del todo, al que llaman Monasterio nuevo, puedes comprar una entrada conjunta que cuesta 12€, que te incluye la visita a ambos, con un guía, el bus que te lleva de uno a otro, y alguna que otra cosa más que no me acuerdo. Si no, puedes ver ambos monasterios por fuera, que son una preciosidad, sobre todo el antiguo, excavado en la montaña.

Aprovechamos para comprar unos patés, chocolates y miel naturales 100% del pirineo en la tiendecita del Monasterio Nuevo. Pensamos que habríamos hecho un poco el primo, ya que en estas tiendas las cosas suelen ser más caras. Pero resulta que no, que en la tienda del pueblo eran más caros. Una vez probado todo, os recomiendo la miel, y los patés de boletus y de calabacín con nueces.

Jaca
Es un pueblo/ciudad que me gusta mucho porque me recuerda cuando iba con mis amigos o con el colegio a esquiar, y nos quedábamos allí por las noches a dormir, en un cutre apartamento para 10 personas, pero que aún así te parecía la bomba.
Es súper agradable, y tiene unas cuantas cosas para ver como la Catedral, la Ciudadela con el Castillo, la Torre del Reloj, y varias iglesias.

Si no hace mucho frío, está muy bien un paseito siguiendo la parte amurallada.

Además, os recomiendo callejear por el casco antiguo, y tomarte algo en alguna terracita de la plaza de la Catedral.
En esta plaza se encuentra un imprescindible para mí, la Confitería Echeto, de esas de toda la vida, que hacen todo ellos mismos en la cocina de detrás de la tienda, y en las que huele como las pastelerías de antes, como cuando ibas con tus abuelos de pequeña. Había una cola tremenda, pero nos dio lo mismo, entramos, hicimos fotos, compramos las torrijas clásicas de Semana Santa, un par de pasteles sin gluten, y por su puesto, los huevos y casitas de chocolate para los sobrinos.

Un tienda que me pareció muy original, tanto de decoración de interiores, como de ropa vintage y muy de estilo francés, es Bibiana Interiorismo. Tienen cosas ideales dentro, por ejemplo para un regalo que tengas pendiente o un caprichito.

Ya de vuelta, paramos en dos lugares de Navarra, que merecen mucho una visita, por su arquitectura, por su maravilloso entorno, y sobre todo por la paz que se respira en ellos:

Castillo de San Francisco Javier

Monasterio de Leyre

LOOKS
Tuvimos un tiempo horroroso, como el resto del país, y ahora hablar de looks de invierno y de lluvia, no me apetece nada, porque este fin de semana por fin ha empezado la primavera, (aquí casi verano), y ya sólo quiero color y color.
Así que si os parece os voy a poner unos looks primaverales, bastante informales y troteros, en este caso de Trafaluc, la marca más joven o sport de Zara. Todos con las tendencias de esta temporada, como las rayas blanco-negro, sudaderas, estampado étnico, estilo comic etc...

Espero que os haya gustado, yo pienso volver a esta zona con el solecito de la primavera.
¡¡Hasta pronto!!